Nº 11
AHSRE L-E-855 (1) FF.
33-34
Toronto, Ontario, 16 de
Junio de 1906
File No. 22
Carta de la Junta
Organizadora del Partido Liberal Mexicano a Crescencio Villarreal
Márquez
Del Río, Texas
La Junta Organizadora del
Partido Liberal Mexicano.
P.O. Box 584. -Señor Don
Crescencio Villarreal Márquez, Del Rio, Texas.
Querido amigo y hermano -
No tiene fecha su última grata. Es muy difícil contar con un
correligionario de entera confianza en cada lugar importante de la
República. Conformémonos siquiera con veinte decididos esparcidos
en la República. Con eso hay si pueden levantar un buen número de
hombres cada uno. Los amigos de Laredo. Ud. por ese lado y otros
amigos por El Paso, por Douglas, y otros puntos fronterizos es lo que
hay que asegurar. - La idea de formar centros me parece muy buena y
ya la ponemos en práctica. Solamente que no a todos los
correligionarios inscritos como miembros del partido podemos hablar
con toda confianza, pues bien puede suceder que el Gobierno haya
procurado que algunos esbirros se finjan liberales y aun firmen
cupones para estar al corriente de nuestros procedimientos. Hay que
obrar con cautela, amigo mío, para que no nos sorprendan. -Tenemos
muchos, más de cien, sí, con toda seguridad tenemos más de cien
que están dispuestos a obrar, pero son personas que no tienen ningún
prestigio donde residen, no tienen más que un gran corazón
dispuesto a cualquier sacrificio. Por eso no contamos con ellos para
que inicien. Ellos se unirán a los que inicien cuando sea
necesario. La gran ventaja que tenemos es nuestra pobreza. Si a todos
esos que están dispuestos a secundar, se les proporcionasen armas,
los seguirá el pueblo aun cuando no tuvieron prestigio sobre las
masas porque ya al menos se vería que contaban con algo. -Nuestra
idea es ésta Que Ud. o cualquiera de los amigos de Laredo recorran
los Estados de Texas, California, etc., donde hay mexicanos. Se
apersonará con los mexicanos correligionarios que les recomendemos
para hablar del asunto, a fin de que estén listos para que, cuando
se les indique, estén con su gente en determinado lugar de la
frontera, y así en un mismo momento, penetrar todo a distintos
lugares, unos por Brownsville, otros por Laredo, otros por Ohio,
otros por Eagle Pass, otros por El Paso, otros por Waco. Ya con ésos
son seis partes por donde podemos pasar. Bien se pueden concentrar
con sigilo y pretextando una negociación agrícola o de cualquiera
otra cosa, una buena cantidad de hombres decididos en cada uno de los
seis puntos, bien armados, y dispuestos a todo, para que en un
momento dado por los seis puntos se internen esas masas de hombres
por esos puntos o por otros cercanos. Bueno esto ya es para entrar,
pero antes hay que catequizar a la gente y creo que debe hacerse de
la siguiente manera. -Tenemos ofrecimientos de diferentes
correligionarios de Texas, de California, de Arizona, etc., de
incorporarse a las fuerzas liberales en el lugar que se les diga. Hay
que aprovechar la buena voluntad de esos correligionarios para
entrevistarlos y saber con cuántos hombres pueden contar para
incorporarse en el día que se fije en un determinado lugar. Hay que
entrar siquiera con cien hombres bien armados por cada punto, por las
haciendas, en los pueblos pero aumentando las filas de combatientes.
Todo es comenzar, pero comenzar del modo indicado para que el
Gobierno se sorprenda al ver que en diferentes lugares de la Frontera
hay revolucionarios y se encuentren en la necesidad de dividir sus
fuerzas, que no serán bastantes para sofocar el movimiento porque al
mismo tiempo se levantarán en Oaxaca, en Veracruz, en Tamaulipas, en
Hidalgo, en San Luis Potosí, en Zacatecas. No quiero decir que en
Estados en masa se levantarán pero sí en lugar de cada Estado de
esos aparte de lo que trabajen en Sonora y en Chihuahua, aunque sea
también en un solo punto de esos Estados. -La Dictadura cuenta con
un ejército de cuarenta mil hombres a los que añadiendo las
fuerzas de cada Estado serán dieciséis mil hombres, no se echarán
en conjunto sobre un solo lugar sino que tendrán que operar en un
territorio demasiado extenso, y por lo mismo se debilitará la fuerza
de la tiranía, y si se tiene en cuenta que los soldados sólo
esperan un momento de confusión para desertarse, no es aventurado
calcular que las fuerzas de la Dictadura quedarán reducidas a
cuarenta mil hombres esparcidos en la vasta extensión del
territorio.
Así pues, hay que obrar.
Pero hay que obrar teniendo probabilidades de éxito para evitar que
la tiranía triunfe y se haga después más odiosa asentada sobre
nueva sangre. -Dígame si le parece bueno el sistema de organización
que pensamos para las fuerzas que entren de los Estados Unidos. Yo
lamento no pude estar en los Estados Unidos visiblemente, porque ya
tenía pensado hacer la gira por estos Estados para formalizar el
asunto y obtener de los correligionarios que hay en diversos pueblos
el compromiso de que se unirán con la mayor gente posible armada en
los diversos lugares que escojamos para invadir el Territorio
Mexicano. Pero ya que no lo puedo hacer sería bueno que ustedes lo
hicieran. -Se puede eso hacer pronto, para que cuando llegue la época
de levantar las cosechas y que es cuando los agricultores mexicanos
tienen dinero, puedan comprar sus armas. Las cosechas se levantan en
Octubre. Hay pues que trabajar fuerte para que este mes ya estemos
listos todos. Nosotros estamos como siempre decididos a hacer el
asunto, pero bien hecho, bien organizado, para evitar un fracaso que
llenaría de desprestigio al partido e insolentaría a la odiosa
tiranía. Con actividad y con buena voluntad, yo creo que podemos
meter a México muchos miles de mexicanos dispuestos a conquistar la
libertad. Pensemos bien en el asunto de la organización en los
Estados Unidos porque no dudo que será la mejor fuerza con que
cuente el Partido Liberal. No por eso descuidemos la organización
de México. Mientras más podamos ser, será mejor. -Espero su
pronta respuesta, y le suplico que me conteste desde luego, pues no
hay que quemar tiempo. -Se puede convenir con los correligionarios
que residen en los Estados Unidos, que se fingirá la inauguración
de los trabajos de una negociación en cada uno de los lugares por
donde debamos pasar a México. Al efecto y cuando ya sea necesario
reconcentrar nuestras fuerzas en cada punto, se podrán imprimir
volantes que inviten a los trabajadores mexicanos para trabajar en
tal o cual negociación imaginaria en cada lugar. Así no se hará
sospechosa la presencia inusitada de un gran número de mexicanos en
esos lugares. -Quedo enterado de los ardides del infeliz Bernardo
Reyes. Ojalá que podamos destruirle sus planes. -Nos decidimos a
hablar claro en el asunto del Vesper. Los correligionarios
podrían creer que nada teníamos que replicar a las afirmaciones de
Juana y que por eso nos callábamos. No queríamos hablar porque se
trata de un asunto asqueroso. Por fin, indignados y con justicia,
hemos hablado como se necesitaba en defensa de nuestro honor
torpemente ultrajado por el despecho de una mala mujer. -Volviendo a
nuestro asunto, ya le digo que ponemos en práctica su idea de hacer
concentraciones. Ahora casi me he dedicado a hablarle de lo que
podemos hacer en los Estados Unidos, pero falta el dinero para hacer
los viajes a los diferentes puntos. Para obtener el dinero se podría
hacer de este modo. - Le daríamos a usted o al amigo de confianza
que se ocupe del asunto, una credencial por la que constara que en
nombre de la Junta se dedica a fundar nuevos clubs liberales para
fortalecer la unión, y que, además, está comisionado por la Junta,
mejor dicho, facultado para recoger las colectas de los clubs para
ayudarse en los gastos de propaganda por el Sur de los Estados
Unidos. Creo que así se podría conseguir algo, y si no bastaba
entonces veríamos como hacíamos para que no se entorpeciera la
marcha del agente propagandista. De ese modo hacen sus propagandas
los socialistas. Hacen giras enormes sin tener dinero. Llegan a un
lugar y dan conferencias colectan fondos que les sirven para marchar
a otro lugar, y así sucesivamente. De ese modo trabajan los
partidos pobres. Los anarquistas hacen lo mismo, viajan con el
producto de lo que recaudan en cada centro de compañeros. Debemos
imitar eso que no puede ser mal visto por nadie pues el fin es
hermoso. Hasta es bastante útil hacer eso, porque se podrían ir
fundando clubs en los diferentes lugares por donde anduvieran el
agente de la junta. -Usted no puede hacer eso, ahora que me fijo
bien, porque tiene que atender a su periódico. Hay que fijarse en
otra persona. ¿Podría hacerlo Pancho? Si puede hacerlo le enviaré
las credenciales que le extienda la Junta para que los que no lo
conozcan no le tengan desconfianza. Esto creo que debemos resolverlo
pronto. Contésteme pronto, querido hermano para saber si desde
luego organizamos el ejército en los Estados Unidos y se fundan más
clubs. etc. -Al hablar con los correligionarios, habrá que decirles
que supuesto que catequicen con sigilo a los que han de ir a pelear y
que les indiquen que sin hacer ostentación compren sus armas y estén
listos para el momento que se señale. -Espero con impaciencia sus
letras. Reciba cariñosos saludos de Juan y de Enrique y un abrazo
de su amigo y hermano que lo quiere.
Ricardo Flores Magón
Firmado
P.S. - Siempre no se
arregló lo del agente de Laredo. Tienen razón los amigos, eso sería
peligroso para dicho agente.
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