N° 98
AHSRE L-E-924 FF. 316
y 317
El Paso, Texas, 2 de
abril de 1907.
Carta de Ricardo
Flores Magón a Tomás Sarabia
San Antonio, Texas.
Anexo a la carta dirigida
a Tomás S. Labrada, en el cual R. F. Magón, escribe sobre el tipo,
papel, etc., como la siguiente se debe imprimir, copia debe mandarse
a José H. Ruiz, cor. El Paso & 3rd. Sts. El Paso, Texas. Room 1.
Sellado El Paso 4/2 4:30
P.M. dirigido a Mario A. Bassat, 1020 S. Laredo St. San Antonio
Texas.
Sr. Tomás Labrada
Estimado y fino amigo:
Para las personas que
ignoran nuestros antecedentes en la lucha desigual que desde hace
siete años venimos sosteniendo contra el absolutismo que ha hecho
del Mexicano un esclavo y de la Patria una dependencia extranjera la
aparente inacción de la Junta, podría traducirse como una sumisión
de los miembros que la entregaran a la fuerza del despotismo, lo que
significa una cobarde retirada de la lucha en momentos precisos en
que es menester el arrojo y es urgente hacer de la voluntad un fuerte
irreducible. La idea de una retirada del campo de combate no cabe en
nuestras almas de suyo rebeldes y tenaces. Que retrocedan los
cobardes, que cedan los débiles, que se sometan los viles. Nosotros
seguiremos de pie en nuestro puesto esperando con serenidad la suerte
que el destino nos depare.
Desde que los obreros
Mexicanos empleados de las Minas de Cananea fueron alevosamente
asesinados por explotadores sin conciencia que la Dictadura protege
para que mantenga al pueblo en la servidumbre, la Junta y su órgano
“Regeneración” han sido perseguidos sin descanso por la
Dictadura Roosevelt, haciendo suya la causa de los perseguidores de
los Liberales Mexicanos en quienes ve un peligro para el desarrollo y
robustecimiento de su imperialismo sobre México, garantizado por el
traidor que ejerce la Primera Magistratura en nuestra Patria, no se
ha dado descanso en su tarea de poner a sus miembros de la Junta
Organizadora del Partido Liberal Mexicano en poder de los verdugos
del pueblo, derivándose de eso la sañuda cruzada de que somos
objeto.
Estas persecuciones no
han amenguado nuestros entusiasmos ni han debilitado nuestros
propósitos de ver implantado en nuestro suelo el programa expedido
por la Junta el día primero de Julio del año pasado. Para imponer
ese Programa, para hacer triunfar nuestros ideales de libertad y de
justicia enarbolamos la bandera de la rebelión a fines de septiembre
de 1906. El triunfo era seguro. Cada cláusula del programa responde
a una necesidad ingente y avasalladora y el conjunto de dicho
documento es la suma de las aspiraciones sanas de un pueblo cansado
de la miseria y de la tiranía. La organización revolucionaria fue
lo más perfecta posible. Los grupos de ciudadanos intrépidos
prontos a levantarse a la señal de la Junta, esperaban con ansia el
momento deseado de lanzar el guante al despotismo y a la explotación.
La señal fue dada pero la traición había espiado parte de los
planes de la Junta y las cárceles de la República y de Los Estados
Unidos se poblaron de hombres resueltos y dignos. Fue aquel el
momento de prueba para el Partido Liberal. Traicionado por dos
villanos oficiales del Ejército del Dictador, perseguidos sin tregua
todos aquellos que por su conducta digna despertaban desconfianza a
un Gobierno de ladrones y de traidores: encarcelados por todas partes
liberales distinguidos y aun varios miembros de la Junta, una de los
cuales, el Vice-Presidente de la misma, el abogado Juan Sarabia,
extingue en la Fortaleza de San Juan de Ulúa la condena de siete
años de prisión que le impuso el Juez de Distrito de Chihuahua por
orden del Autócrata, ni un momento flaqueó el partido heroico que
en el actual momento de su historia sin mancha está destinado a
poner la primera piedra de la verdadera libertad y de la verdadera
justicia.
Por la traición,
solamente dos grupos insurgentes pudieron efectuar el levantamiento:
el de Jiménez y el de Acayucan, pues cuando la Junta se iba a
constituir en Ciudad Juárez, cuyo hecho era otra de las señales
para el levantamiento de la República, Juan Sarabia fue aprehendido
en dicha ciudad y con él los principales Jefes del movimiento la
víspera del día señalado para ser tomado por las fuerzas
liberales, mientras en El Paso, Texas., el Secretario de la Junta,
Antonio I. Villarreal, fue puesto en la cárcel habiendo escapado por
mera casualidad el Presidente de la misma que se encontraba en el
propio lugar. En St. Louis, Mo., el Primer Vocal, Librado Rivera, fue
plagiado por las autoridades Americanas en combinación con las
Mexicanas y hubiera sido conducido a México, si la prensa Americana
no hubiera aclamado justicia. El intrépido liberal Aarón López
Manzano que por varios años ha acompañado a los miembros de la
Junta como compañero de labores, fue también reducido a prisión en
St. Louis, y se le hubiera pasado a México sino hubieran concurrido
las mismas circunstancias que impidieron la cobarde entrega de que
iba a ser víctima el Primer Vocal de la Junta.
Antonio I. Villarreal iba
a ser entregado a las autoridades mexicanas cuando se fugó dejando
burlados sicarios americanos y a los verdugos de México. A pesar de
todo, los trabajos en pro de la libertad han seguido su curso. Los
fracasos anteriores debidos a la traición y a la connivencia del
impulso de la Casa Blanca con el traidor Presidente de México, quien
está haciendo donación vergonzosa del país a los capitalistas
Americanos, no han tenido otro efecto que redoblar nuestros esfuerzos
para salvar de una servidumbre perpetua a un pueblo digno de mejor
suerte.
Por otra parte el pueblo
americano, el que trabaja y piensa, ha criticado de modo acerbo la
conducta atrabiliaria de Roosevelt, como lo demuestra el hecho de
haberse puesto la prensa a nuestro favor cuando ese magnate extremó
sus persecuciones. Por más que la dictadura lanzó la maquiavélica
especie de que tratábamos de hacer una revolución anti-extranjera,
la verdad brillo al fin y todos se convencieron de que no somos
enemigos del extranjero, sino de los explotadores y los tiranos sean
extranjeros o mexicanos.
Los trabajos para
derribar el despotismo avanzan con firmeza y solo se hace sentir la
necesidad de la prensa para que con su voz prestigiosa anime a todos
a deshacerse del yugo y a ser libres.
Queremos completar
nuestros trabajos con la reanudación de la publicación de
Regeneración y para lograr nuestros deseos patrióticos nos
dirigimos a aquellos de nuestros amigos que mayores pruebas de
espíritu liberal han dado para que nos ayuden a reanudar la
publicación del periódico enviándonos fondos.
También deseamos
publicar un Manifiesto a la Nación en el cual explicaremos con
abundantes detalles nuestra actitud y nuestra voluntad de derribar
por la fuerza de las armas a un gobierno sordo a las quejas de un
pueblo que desfallece por el hambre y por la esclavitud.
Esperamos que Ud. nos
ayudará con fondos para la empresa que entre manos tenemos y que
invitará a sus amigos a que contribuyan con lo que puedan
considerando que los actuales trabajos de la Junta requieren sumas
enormes puesto que ya no sólo trata de propagar el ideal sino de
hacerlo triunfar por medio de la fuerza, único argumento que
convence a los opresores de los pueblos.
Para envíos de cartas y
dinero, hágase uso exclusivamente de la siguiente dirección: Sra.
Francisca M. de Rodríguez, Bridgeport, Texas.
En espera de sus letras,
quedamos sus amigos y corros que lo aprecian. Presidente
Ricardo
Flores Magón
Firmado
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