N° 149
AHSRE L-E-936 FF. 182 y 183
Consulado General de los Estados Unidos
Mexicanos
San Francisco, California, 1º de julio
de 1908
N° 1
Oficio del Cónsul de México en San
Francisco, California: Enrique Ornelas al Secretario de Relaciones
Exteriores
México, D. F.
Asunto: Editorial del San Francisco
Chronicle desmintiendo la importancia revolucionaria.
En un segundo editorial
publicado hoy por el San Francisco Chronicle sobre los
supuestos disturbios de nuestra frontera, se dice en substancia lo
siguiente:
La rebelión en México
se muestra más violenta en las columnas de los periódicos
americanos.
"Noticias de los
Estados fronterizos de México confirman el concepto de que la
insurrección mexicana se está desarrollando más violentamente en
las columnas del periodismo americano que en la República hermana.
El lunes se notició que
había ocurrido un sangriento conflicto en Jiménez, pero cuando se
preguntó al telegrafista de la localidad lo que pasaba, contestó
prontamente, que si la Ciudad había sido capturada como se decía,
los revoltosos habían olvidado la oficina del telégrafo, un fatal
olvido, si se tiene en consideración que dicha oficina es el medio
más poderoso para difundir falsas noticias. Aunque el Gobierno
Mexicano está movilizando tropas hacia la escena de los disturbios,
no hay razón para dudar los informes emanados de la Capital sobre
que el asunto no tiene, ni siquiera remotamente, la semblanza de un
levantamiento revolucionario. De dudar es sin embargo que la
aseveración de que los revoltosos sean anarquistas sanguinarios que
tratan de destruir a la sociedad pueda sostenerse. Estos hombres
están probablemente poseídos de la idea de que México es un país
esclavizado por que las facilidades para revolucionar han sido
suprimidas por la vigilancia del General Díaz, quien ha tenido un
éxito casi completo en su esfuerzo para reducir el habido de la
revuelta a un mínimo común negligible. No hay duda que estos
perturbadores de la paz de México han apelado a las clases obreras
de manera a propósito para que, en el ánimo latino americano, nazca
la sugestión anarquista; pero nadie que conozca las circunstancias
creerá que el movimiento es parte de una propaganda de destrucción
del órden y de la ley.
Motivo de congratulación
es el que las autoridades de Washington estén tomando precauciones
para impedir que los elementos desordenados del lado americano de la
línea, ayuden a los revoltosos. Razón hay para creer que un número
considerable de americanos, muy liberalmente poseídos del instinto
filibustero, han sido atraídos al campo de los disturbios con la
esperanza de encontrar algo en que ocuparse. Es de desearse
ardientemente que su conducta no se considere por los mexicanos, como
una expresión de los deseos de los americanos. El pueblo de los
Estados Unidos no simpatiza con revueltas sin objeto y mucho gusto
tendrá en ver que se pone fin inmediato a esta revolución que
parece haber muerto al nacer."
Por duplicado envío a Ud. con la
presente el editorial que dejo traducido, y me honro en reiterarle
las protestas de mi más atenta consideración y respeto.
Enrique P. Ornelas
Firmado
Señor Secretario de Relaciones
Exteriores. México.
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