Nº 167
AHSRE L-E-944 FF. 200 y 201
Los Angeles, California, 17 de
noviembre de 1908
Carta de Concepción Arredondo
a Librado Rivera
Queridísima esposa mía:
Recibimos los chilitos, nada más que nosotros queríamos de unos
redondos más grandes que éstos. Cuando se nos acaben yo te diré
con anticipación para que nos mandes de esa otra clase que te digo.
Dime como has seguido de males y de apuraciones de dinero. La idea
de la circular a los correlegionarios, así como lo pensaba
Guadalupe, me parece muy buena. Rómulo puede hacerla. Aunque
muchos de nuestros amigos es seguro que han cambiado de residencia,
otros muchos vivirán donde siempre y mandarán algún auxilio de
dinero. Cualquier auxilio que te manden, por pequeño que sea, te
servirá de mucho. Rómulo tiene las listas. Lo que te dije respecto
de Antonio, no importa que se sepa, pues como él ha renunciado a ser
miembro de la Junta, tendremos que hacerlo saber a los amigos para
que no vuelvan a tratar con él ningunos asuntos privados que a la
Junta se refieran. Antonio buscó un pretexto para separarse y lo
encontró sin duda; pero el verdadero motivo es el miedo de que se
presenten nuevas acusaciones. Le hablé a Ricardo del encargo que te
hizo Trini y dice que considera inútil hacerse cualquiera curación
si no lo cambian de lugar. Las malas condiciones higiénicas de la
cárcel es lo que más le perjudica. Cuando le contestes a Trini
dile que cumpliste con su encargo a fin de que no se ofenda ella. Ya
mandé la carta que te dije, yo creo que pronto recibirás algún
auxilio de dinero. Dime si está bien la siguiente dirección que me
diste: 720 La Mar, St. Si está equivocada mándame la buena. Temo
que te hayas equivocado. Van muchos besitos para tí y mis hijos. Tu
esposo que te quiere de corazón.
Librado Rivera
Firma borrada
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