Nº 129
AHSRE L-E-940 FF. 36 a 44
Los Ángeles, California, 7, 8 y 9 de
junio de 1908
Secretaría de Estado y Despacho de
Gobernación México.
Carta de Ricardo Flores Magón a
Enrique Flores Magón
Sr. Enrique Flores Magón.
Hoy 7 contesto, querido
hermanito, la tuya de 5 del actual, diciéndote que si tú estás
ansioso por que se señale la fecha del levantamiento, Librado y yo
estamos desesperados, por que tememos que de un momento a otro
desbarate los grupos el despotismo. ¿Ya se irá Francisco Manrique a
Veracruz?
Juan Olivares, uno de los
que con nuestro infortunado José Neyra, fundaron en Río Blanco el
periódico Revolución Social y el Gran Círculo de
Obreros, está comprometido para ir a agitar a los obreros del
Distrito fabril de Orizaba. El es obrero tejedor, y está en esta
nación desde que se vino con Neyra hace dos años. Es miembro del
Club de aquí y trabaja como cajista con Palomares en Libertad y
Trabajo. A propósito del periódico, se suspenderá, porque se
va a poner a trabajar Olivares, para poder moverse a Veracruz, por lo
demás, que está perdiendo diez pesos semanarios con el periódico
El Club, y no puede sostener los gastos, y juntar algo para
moverse los miembros de la mesa directiva que he comprometido. Si
Olivares tiene oportunidad de encontrar en las fábricas, a algunos
de los viejos amigos, la revolución podrá hacerse en Orizaba; los
mejores obreros han huido de aquellos malditos lugares, y los que no
huyeron, están en el Valle Nacional, Quintana Roo, Tres Marías y en
los cuarteles. Por eso no lleva Olivares la seguridad de levantar a
la gente; pero lo intentará. Yo creo que Orizaba puede caer en
poder de la revolución, si pone en práctica el siguiente plan que
he comunicado a Olivares, para que lo medite sobre el terreno. En
Orizaba debe haber, no menos de 1500 hombres contra los cuales no se
puede obrar si no por medio de la dinamita, derribando los cuarteles;
al mismo tiempo, un grupo pequeño se encargará de destruir la
maquinaria de Necaxa, que es la que produce la fuerza para las
fábricas de Río Blanco, Santa Rosa, Nogales, Cocolapan, El Yute y
otras más que hay en esa importante región. Entonces como una
avalancha se echará la masa de obreros sobre Orizaba, cuyos
cuarteles en esos precisos momentos estarán siendo volados y la
plaza queda en poder de la Revolución. Orizaba es una Ciudad muy
rica de donde pueden sacarse varios millones de pesos, una gran
cantidad de armas y municiones de boca y de guerra. Si el ataque
contra los cuarteles fracasa, de todos modos quedarán sin trabajo
más de 20,000 obreros con la destrucción de la maquinaria de
Necaxa, y esos hombres, serán otros tantos rebeldes empujados por el
hambre. Olivares necesita de la ayuda de un perito dinamitero,
comunica este plan a Juan E. Velásquez para ponerlo de acuerdo.
Así, pues, despacharé a Olivares directamente hasta Veracruz para
que hable con Velásquez. Ojalá pueda reunir pronto fondos para
ponerse en marcha. ¿Con qué dirección podrá encontrar Olivares a
Velásquez? Yo creo que será bueno enviárselo a Joaquín O.
Serrano, para que éste lo presente con Velásquez. Podrá
encontrarse todavía a Serrano en la Administración de Correos del
puerto?
No pudo Fidel Ulíbarri
mandar á Práx los ejemplares del manifiesto, porque no tiene una
dirección segura, de él. Voy a decir a Fidel Ulíbarri, que
entregue a Salvador esos ejemplares. Tú los mandarás a Práxedis.
Eustolio García, se
colocará probablemente esta semana en una casa de comercio y no
podrá venir por la correspondencia. Él dice que vendrá su mamá;
pero la señora, además de que se enferma con mucha frecuencia,
tiene muchos muchachitos, vive relativamente lejos de la cárcel y
está muy pobre para hacer gastos de tren. Creo que lo mejor es que
Ulíbarri lleve y traiga correspondencia, y Salvador no tendrá más
que ir por ella a casa de Teodoro Gaitán, donde dejará Salvador la
que tú me envíes. Si en la visita del viernes me trae Ulíbarri tus
cartas, será señal de que fue aprobada la proposición y entonces,
a él entregaré lo que tengo para ti.
Con una cruz a la
izquierda van señalados los que son buenos amigos, en la lista que
devuelvo. Jose I. Reyna, de Cedral, S.L.P., no va señalado con
cruz, ese Reyna fue aquel que quería que se le pusiera en
comunicación con los grupos rebeldes desde que estábamos en San
Louis, pero no lo hicimos por haber sido secreta la organización.
Él se sintió algo. No sé si será realmente sincero. Advierto
que los señalados no están hablados para la revolución, ni sé si
aceptarán formar grupos. No anoté al excelente Mateo Almanza, de
Matehuala, porque no sé si todavía estará preso en San Luis
Potosí. Si alguien va a Matehuala, sería bueno se informase de
Mateo, que si está libre, será una buena ayuda. Mateo cayó pocos
días antes de los sucesos de Acayucan y Jiménez. Estaba
comprometido para levantarse. Lo mismo temo que ocurra esta vez, que
caigan buenos gallos como Mateo, antes de que comience el movimiento,
pues es muy difícil que todos los comprometidos guarden el secreto
necesario. Albino Soto, de Tamasopo, S.L.P., fue uno de los
comprometidos a levantarse en el movimiento del año antepasado. En
la lista que adjunté en la carta que te mandé el pasado viernes,
puse a Celso I. Robledo, en Alaquines, y lo anoté como José, en vez
de Celso por equivocación.
Ojalá que logres echar
al Paso esos cinco compañeros. Yo mandaré diez cuando
menos. Lo malo es que no irán armados más que con pistolas, por la
maldita miseria, pero los que no tengan armas, se armarán aunque sea
de piedras, de todos modos sirven los que no tienen armas, pues
pueden encargarse de cortar alambres, de forzar las puertas de las
armerías y de arrojar bombas.
Hemos pensado mucho sobre
la posible invasión gringa con motivo de la revolución. Creemos,
que si para evitar la invasión se agitase el pueblo americano antes
de comenzar el movimiento, no haríamos sino preparar a los dos
tiranos. Hay que recordar que se decidió no circular el manifiesto
revolucionario antes de ocho días del en que deba estallar la
revolución, precisamente, para que Díaz no se prepare y pudiéramos
cogerlo descuidado. Por su parte Roosevelt, aun cuando no invadiera,
mandaría sus tropas a la frontera, y perderíamos de realizar parte
del plan, no pudiendo meter compañeros de esta nación, como los
diversos grupos de Texas. No se podría tomar Juárez con la gente
reclutada en esta nación, ni Díaz Guerra podría pasar la línea
con su gente, y así sucesivamente. Pero no es esto todo: El pueblo
americano y aun los trabajadores organizados de este infumable país
no son suceptibles de agitarse. Lo hemos visto en nuestro caso.
Saben bien Uniones y el Partido Socialista, que no somos unos
politicastros de los que hacen revoluciones en America Latina.
Nuestro Manifiesto lo expresó de modo de no dejar lugar a duda
alguna. Me refiero al manifiesto al pueblo americano. Pues bien, la
agitacioncita duró muy poco; Sólo las uniones de esta ciudad,
hicieron algo. Fuera de aquí, con excepción de Pasadena, nada ha
habido de una manera sistemática, como requería una formal campaña
en nuestro favor. Aquí y allá, y de tiempo en tiempo, han
aparecido parrafillos en los periódicos obreros, ora socialistas,
ora unionistas, pero no ha habido verdadera campaña en nuestro
favor, a pesar de que es flagrante la confabulación de los dos
gobiernos, y de lo maltrechas, que por polizontes y por jueces, han
quedado las leyes de este desgraciado país. Los americanos son
incapaces de sentir entusiasmos ni indignaciones. Es éste un
verdadero pueblo de marranos. Vean Uds, a los socialistas; se
rajaron cobardemente en su campaña por libertad de palabra. Vean
Uds. a la flamante “American Federation of Labor” con su millón
y medio de miembros, que no puede impedir las “nijunctions”? de
los jueces cuando declaran contra las uniones o mandan estos
Delegados organizadores a lugares en que no hay trabajo organizado.
Estos atentados contra socialistas y uniones son tremendos, pero no
conmueven a esta gente. Los sin trabajo son dispersados a machetazos
como en Rusia, Roosevelt pide al Congreso que se faculte a los
Administradores de Correos para ejercer la censura sobre los
periódicos; la nación se militariza a pasos de gigante, y á pesar
de todo, el paquidermo anglosajón no se excita, no se indigna, no
vibra. Si con sus miserias domésticas no se agitan los americanos,
podemos esperar que les importen las nuestras?
Quizas, por lo anciosos
que son estos animales por las noticias de sensación, pueda ser
fructífera una agitación cuando haya estallado el movimiento, si
todavía no nos invade la chusma del piel roja, y se sabe entonces
que se prepara a echarnos sus soldados. Las noticias de la
revolución en marcha, sí estoy seguro que llamarán la atención de
los gringos, por ser efectos sensacionales, y entonces, si todavía
no somos invadidos, tal vez pudiera agitarse la opinión a nuestro
favor y evitarse la invasión.
Continúo esta carta hoy
8 de Junio. Tal vez si comenzamos una agitación en contra de la
invasión gringa, antes de que se haya decretado tal invasión, o de
que Roosevelt dé los primeros pasos para efectuarlo, lo que
conseguiríamos sería, que comprendieran nuestra impotencia y
entonces, si no tenían pensado intervenir, lo harían, seguros de
nuestra debilidad.
A mayor abundamiento, los
gringos tarde o temprano tienen que echársenos encima, para
adueñarse de la Baja California cuya propiedad anhelan por la buena
o por la mala. En México hay en estos momentos una tremenda
agitación anti gringa, y, aunque cobardemente se acusa al gobierno
de traidor, bastaría la sola amenaza de Roosevelt de invadirnos,
para que nuestras filas aumentaran con el fin de acabar cuanto antes
con el Gobierno traidor, y si de todos modos nos invadía el gringo,
tendría que luchar con un pueblo altamente exitado por los abusos
yankees y en completa tensión de nervios en virtud de la
revolución.
Alguna vez tendrán que
atacarnos los gringos; pues si lo hacen cuando el pueblo esté
rebelado contra Díaz precipitarán la caída del dictador, porque el
pueblo verá claramente a Roosevelt como aliado a Díaz para
esclavisarnos, perder nuestra autonomía.
Por supuesto que una vez
comenzada la revolución, si hay peligro de invasión, debemos agitar
a los frios y estúpidos americanos.
¿Qué opinan ustedes?
Voy a hablar algo acerca
del movimiento. Los grupos núm[… ] estarán completamente listos,
esto es, armados como ellos y nosotros deseamos. Si esperásemos á
que queden los grupos completamente listos no podría estallar nunca
la revolución y de aplazamiento en aplazamiento, se iría pasando el
tiempo y los grupos contadísimos que ya estuvieran listos caerían
en desaliento; se necesitaría entonces, volver a visitarlos,
comenzar a alentarlos de nuevo, y mientras se conseguía eso, los
grupos que por no estar listos habían ocasionado la demora del
movimiento y el desaliento de los ya listos, se desalentarían a su
vez, y por el aplazamiento que fuera acordado para reorganizar los
desanimados, y así se seguiría aplazando hasta no sé cuándo.
Debemos, pues, renunciar a la esperanza de tener una perfecta
organización de grupos absolutamente listos. Lo que hay que hacer,
según nosotros, es obtener de los grupos el ofrecimiento solemne de
levantarse el día que se fije, como quiera que se encuentren. Si la
mitad y aún la tercera parte de los grupos que hay, cumplen
levantándose, la revolución estará asegurada aunque haya comenzado
con grupos miserablemente armados que, siendo varios los grupos
rebeldes y extensa la República, no podrán ser aplastados en un día
por los esclavos de la Dictadura, y cada día de vida para un grupo
significa aumento de personal, aumento de armas, y adquisición de
recursos de todo género, con la circunstancia, además, de que
alentados los valientes en todas partes, surgirán nuevos
levantamientos secundando a los bravos que prendieron la mecha.
Hay que tener confianza
en que así sucederá. Veo que, a menos de retardar, no se sabe
hasta cuándo el movimiento, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San
Luis Potosí, y Oaxaca no podrán ser visitados por los Delegados.
No sería malo, y así lo proponemos a Uds., señalar de una vez la
fecha para dentro de un mes del día en que se señale. Se avisaría
inmediatamente a Velásquez, por carta, que dijera a los grupos de su
zona que se levantasen como estuvieran en la fecha fijada. A los de
tercera zona del Norte se les avisaría del mismo modo, así como a
los del Centro y Sur. Se le avisaría a Caule para que invadiera
Sonora por el noroeste, mientras Huitemea y su gente revolucionara en
el centro. Tal vez Prisciliano quiera tener armados sus 200 hombres,
eso es imposible, y será preferible renunciar a la toma de C.
Juárez, y aplazar más el movimiento.
Si no hay Delegados
visitando ya Veracruz y la tercera zona del Norte y la del Centro, y
sea necesario hacer la notificación de la fecha a los grupos de esas
zonas por medio de carta, es absolutamente necesario darles un mes
para que se alisten, y así lo proponemos a Uds., que creemos, verán
que es necesario hacerlo así, pues no estando al tanto los grupos de
esas zonas de los trabajos de la Junta, con excepcióm de Veracruz,
tienen necesidad sus jefes de volver a animar a la gente.
Mucho nos alegraría que
estén Uds. de acuerdo con lo expuesto, pues es el tiempo oportuno,
para lanzar el reto al despotismo.
En qué tanto tiempo
acabarás los membretes para despachar el manifiesto? Pide a los
buenos amigos que te ayuden, porque urge despachar cuanto antes el
manifiesto, para que el amigo que dice Práx que lo llevará a
Chihuahua, tenga tiempo de hacerlo. En Chihuahua, supongo que el
amigo en cuestión pondrá un timbre de a centavo a cada paquetito y
echará a bordo de trenes en los buzones en la Oficina de Correos
todo el envío. Prax se encargará de decirle el día en que deba
darles curso a los paquetitos. ¿No es así?
Es posible que se haga
otro tiro del manifiesto. A ver qué resuelven unos amigos a quienes
mandé hablar. Me conformo con que, aparte de 5000 que hay, tengamos
unos 10,000.
Ojalá que Práx
comprometa al amigo a meter todo lo que haya de ejemplares destinados
a México.
No tengo más que tratar.
Muchos saludos cariñosos
a Práxedis. Te abraza Librado. De mi parte, querido hermanito, te
envío un fuerte abrazo y saludos afectuosos para todos los de la
casa.
Pongo lo siguiente en la
carta del 9 de junio.
Si tienes sobres grandes
como el que hoy uso, mándame unos 8 que me servirán para un mes, o
sea 8 días de visita en que se necesita mandarte muchos papeles.
Doy a Modestita y a
Ernesto Aguirre la dirección de Paulita. Según me dice Guerra, ya
estuvo con él John Murray, a quien atendió debidamente, como verás
en la carta de Herlinda, que es guerra. Juanito es Murray. Rio
Verde es Rio Blanco. El detalle del trabajador de cinco a seis años
es magnífico.
Como verás en la misma
carta de Guerra, él se encargará de mandar el manifiesto a las
fábricas. Le ofrezco mandarle 2000 ejemplares, pero serán de los
que se van a imprimir aquí. Pedí dinero a Guerra, el cual llegará
con la dirección de Paulita.
Te abrazo muy fuerte y
Librado te saluda.
No olviden recomendar a
los grupos rebeldes que, de los primeros fondos que agarren nos
manden bastante plata por medio de enviados especiales, pues sólo a
fuerza de dinero podremos alzarnos, esa recomendación puede
hacérseles al notificarles la fecha del levantamiento.
Si por fin se hace
necesario, como parece, limar las rejas de la cárcel necesitamos
mucha plata para ponernos a salvo.
Ricardo Flores Magón
Firmado
Entre los papeles
recogidos por las autoridades americanas en El Paso, Texas, carta que
se le recogió a los revoltosos: Prisciliano G. Silva, José María
G. Ramírez, Benjamín Silva y Bruno Treviño en el momento de su
aprehensión en aquel lugar el día 25 de junio de 1908 último.
Responsables éstos del delito de violación a las leyes de
neutralidad. Libertad y Constitución, agosto 14 de 1908.
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