N°
36
AHSRE
L-E-1241 (2) FF. 113 a 117
Consulado
de México
Douglas,
Arizona, 19 de septiembre de 1906
Anexo
número 1 a la comunicación número 3 de la misma fecha.
RESERVADA
Oficio
del Cónsul de México en Douglas, Arizona: Antonio Maza al
Secretario de Relaciones Exteriores
México,
D. F.
Asunto:
Describe los sucesos acaecidos en Douglas con motivo del
descubrimiento de planes revolucionarios del Partido Liberal Mexicano
y del arresto de Abraham Salcido, José Bruno Treviño, Tomás D.
Espinosa y otros más.
Señor
Ministro:
El
suscrito tiene la honra de informar a Ud. que el día 12 de agosto
último y cerca de las 9 de la noche, el Sr. Alguacil Mayor de esta
ciudad vino a verme a mi Oficina acompañado de Mariscal y de un
individuo de origen Sudafricano.
El
objeto de la visita era que el citado Alguacil Mayor deseaba que el
Africano, que habla buen español, me explicara lo que a ellos les ha
referido relativo a lo que escuchó la noche anterior en una reunión
de mexicanos a la que él había concurrido: este sujeto me manifestó
entonces, que en una casa situada en la Avenida del Ferrocarril, se
agrupan con frecuencia varios individuos con objeto poco lícito al
parecer, pues que había escuchado que se trataba de buscar los
medios de proveerse de armamento, de cortar líneas telegráficas y
apoderarse de caballos que hubieren en la vecina población de Agua
Prieta.
En
vista de lo que exponía el declarante, determinamos que se ejerciera
una estricta vigilancia sobre los sospechosos, entre tanto se dan los
pasos necesarios para descubrir la verdad de los hechos.
Al
día siguiente, 13 de agosto, me vinieron a ver con el mismo objeto
los Señores Hopkins y Weeler, Oficiales del cuerpo de Rangers y con
quienes nos pusimos de acuerdo para ejercer una vigilancia eficaz.
Resultado
de nuestras investigaciones que, de algo anormal se hablaba en las
reuniones que se efectuaban en la casa antes citada, y entre los
miembros que integraban dichas reuniones, se encontraban hombres de
pésimos antecedentes que responden a los nombres respectivos de
Abraham Salcido, José Bruno Treviño, Gabriel Rubio y otros que
habían llegado a esta Ciudad después de los pasados sucesos de
Cananea que esto en carta particular al Sr. Gral. D. Luis E. Torres,
remitiendo copia de ella al Sr. Subsecretario de ese Departamento,
también le escribí otra carta al Sr, Gobernador de este Territorio
explicándole que por su parte ordenara también una vigilancia sobre
esos individuos, entre tanto podía ver si de conformidad con lo
dispuesto en la parte I título II de los Estatutos revisados en
Arizona, eran de dispersarse esas reuniones. (Anexamos números 1 y
2) el expresado Sr. Gobernador, me contestó con una fina amabilidad
que le había dado cuenta también de lo que pasaba y que haría
esfuerzo para suprimir cualquier acto que significara hostilidad al
gobierno de México y que al efecto, ya se comunicaba con el
Procurador de este Distrito Judicial. (Anexo núm. 3).
Efectivamente,
el día 21 del mes citado, y procedente de la Oficina del mencionado
Procurador, se recibieron órdenes de aprehensión para Treviño y
Salcido.
Junto
con los Oficiales encargados de llevar a cabo la aprehensión,
conocían a los individuos que debían ser arrestados, me suplicaron
tener una persona de confianza que pudiera designarlos. Desde luego
con la reserva de pedir las autorizaciones correspondientes, nombré
tres agentes privados, para que trabajaran en este asunto, uno de los
cuales, ha sido miembro de este Club, y que logró introducirse
después al lugar que se verificaban las reuniones (su nombre es en
clave) [?] e identificar a Salcido y descubrir que el paradero de
Treviño era el mineral de El Mowry, cerca de la Estación Patagonia,
Arizona.
Ya
en posesión de estos datos, se fijó un día para la aprehensión
simultánea de estos individuos, la cual se llevó a efecto con
acierto el día 2 del mes actual. A los aprehendidos en El Mowry, que
además de Treviño fueron Julián Villarreal y Carlos Humbert se les
recogió correspondencia que los comprometía y como también
habíamos obtenido una lista de las personas complicadas en el asunto
se libraron las correspondientes órdenes de aprehensión para ellos.
Tan luego como Tomás D. Espinosa y Gabriel A. Rubio, los principales
de la agrupación en este lugar, supieron que Salcido y Treviño
habían sido arrestados, dirigieron una carta a la llamada Junta de
St. Louis., Mo. Pidiendo autorización para levantarse en armas;
comenzaron a prepararse con ese objeto, todo lo cual fue impedido por
la eficaz acción de los Rangers y Agentes de Inmigración del
lugar, así como también, la parte muy activa que por su parte tuvo
nuestro Cónsul en Tucson y el Sr. General Torres, con quien estaba
en constante comunicación.
La
noche del día 3, al estarse llevando a cabo la aprehensión de los
revoltosos, se produjo una alarma en esta Ciudad, motivada por unos
disparos que alguien hizo cerca de la línea divisoria. El
ayuntamiento en esta Ciudad que estaba en sesión luego que recibió
la noticia de los disparos, suspendió ésta, saliendo sus miembros
un tanto asustados lo cual, no dejó de causar mala impresión entre
los habitantes de la Ciudad, pero el suscrito, desde luego les hizo
saber a los que se encontraban en la calle, que no había motivo
alguno para excitarse, que los disparos habían sido accidentales.
Con
toda la correspondencia que llegaba para los individuos que estaban
comprometidos, la recibían los Oficiales de Inmigración, fue por
esto que la autorización pedida para levantarse en armas, no llegó
a poder de los revoltosos: Dicha contestación dice a la letra: St.
Louis Mo. Septiembre de 1906 Sr. Gabriel Rubio.- Concedida
autorización que solicitan, de que la situación sea grave.
-Contestación pagada. - Ricardo Flores Magón.
Al
ser cateado por la autoridad respectiva el lugar donde se reúnen los
revoltosos, se encontraron varios estandartes rojos y blancos con la
inscripción de Reforma, Libertad y Justicia, varios efectivos, un
cartucho de dinamita, una rueda de cañuela, varias cápsulas para
explosivos, así como también treinta paquetes de un Programa del
llamado Partido Liberal Mexicano. (Anexo número 4.).
Habiendo
mis agentes descubierto que habían recibido correspondencia en la
que se participaba que venían en camino para esta unas circulares
para repartirse entre el Ejército Mexicano, dirigí a Ud. un
telegrama del tenor siguiente “Secretario de Relaciones.- México.-
Procedentes de Toronto, Canadá, vienen paquetes que entrarán por
toda la frontera con proclamas para el ejército mexicano; impidan
cualquier acción del pueblo. Ruégole ver qué puede hacer para
impedir esto”.
Como
de costumbre, una vez que la prensa tuvo conocimiento de lo que
estaba pasando aquí, comenzó a publicar una serie de reportes a [?]
exagerado y alarmante, pero en realidad no hubo nada serio para
tomarse en consideración.
Estimó
muy necesaria la presencia en este lugar del Procurador, del
Inspector encargado de la Oficina de Inmigración del Estado, del
ayudante del Procurador, se procuró que vinieran [?]. Una vez aquí,
tratamos el Sr. General Torres y el suscrito, de que debería
procederse contra los revoltosos, tratando siempre de que estos
fueran juzgados conforme a las leyes de inmigración. De todas
nuestras gestiones, resultó el Procurador de acuerdo con el
Inspector de Inmigración recomendase al Departamento respectivo en
Washington, que eran de deportarse Abraham Salcido, José Bruno
Treviño, Carlos Humbert, Lázaro Puente, Julián Villarreal y
Patricio García. Esta recomendación fue hecha una vez que el
referido Procurador y el suscrito hicieran la promesa de que los reos
serían tratados en este país con arreglo a las nuevas leyes
vigentes, pues había mucha preocupación entre el público, al
saberse por lo que decía la prensa, que los revoltosos en cuestión,
al ser deportados a México, ahí se les fusilaran, lo cual, no
dejaba de ser más que una deplorable suposición.
Respecto
a los reos Tomás D. Espinoza, Miguel Godínez, Ignacio R., Luis
García, Eugenio B. Soto y Guadalupe L. López, fue de [?] al abogado
Alexander, y no puede hacerlo desistir de su propósito de que debía
de juzgarlos, bajo la Sección 5286 de los Estatutos revisados sobre
violación a las leyes de neutralidad.
No
obstante esto, se ha logrado que los principales cómplices de la
llamada Junta de St. Louis Mo., que son los que tienen causa
pendiente en nuestra República, están siendo deportados a medida
que se están recibiendo las órdenes respectivas de Washington, todo
lo cual, se le comuniqué con oportunidad al Sr. General Torres, pues
nuestro Cónsul en Arizona por residir ahí la matriz de las Oficinas
de Inmigración.
Con
mi diversa comunicación número 2 de 18 del actual, reservadas se
enviará a Ud. copias de documentos que se les recogieron a los
implicados, cuyos originales obran en poder del Sr. Procurador, quien
indicó que había recibido instrucciones del Departamento de
Justicia en Washington para remitirlas al Procurador Fiscal de St.
Louis Mo., Para la petición de extradición de los Flores Magón,
Sarabia y Villarreal.
Lunes
17, comenzó a verse la causa de los acusados por violación de las
leyes de neutralidad y tan luego como termine, tendré la honra de
remitir una copia de las actuaciones, así como la de sentencia que
pronuncie el Juez comisionado en este Distrito Judicial.
En
espera de que los procedimientos del suscrito, en el presente tengan
la aprobación de este Departamento de Estado, me es grato asegurar a
Ud. las seguridades de mi atenta consideración.
Douglas,
Arizona, septiembre 20 de 1906
El
Cónsul
Antonio
Mazza
Firmado
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