Oficio del Cónsul de México en El Paso, Texas: Antonio V. Lomelí al Secretario de Relaciones Exteriores


Nº 132
AHSRE L-E-935 FF. 84 y 85.
Consulado de los Estados Unidos Mexicanos.
El Paso, Texas, 26 de junio de 1908.
Nº 6
RESERVADA

Oficio del Cónsul de México en El Paso, Texas: Antonio V. Lomelí al Secretario de Relaciones Exteriores
México, D. F.

Asunto: Informa de la aprehensión de Prisciliano G. y Benjamín Silva, Leocadio Treviño y José María G. Ramírez.

Ayer a mediodía tuve noticia de que la policía de esta ciudad había cateado una casa situada en la calle 1a, cerca de Tays, y encontrado allí cuatro mexicanos que tenían debajo de los colchones de las camas varias armas de fuego, con una gran cantidad de parque y mucha correspondencia de carácter revolucionario, que ponía de manifiesto un plan encaminado a trastornar la paz pública en la frontera mexicana.
La aprehensión tuvo lugar por denuncia de un vecino, que habiendo observado reuniones nocturnas misteriosas, llevar y traer de armas y municiones y gente armada en la casa, creyó haberselas con una guarida de ladrones o contrabandistas.
En la cárcel encontré a los aprehendidos: Prisciliano G. Silva y su hijo Benjamín, Leocadio Treviño y José María G. Ramírez, todos los cuales se negaron a dar explicaciones sobre el origen y objeto de las armas y papeles encontrados en la casa donde fueron hallados, alegando que los objetos pertenecían a un americano llamado John White que vivía en la misma casa, y el cual aún no ha sido aprehendido.
Como la policía no podía conservar los detenidos por más de cierto periodo, y se hacían ya esfuerzos y ponían en juego influencias para ponerlos en libertad, hízose necesario arraigarlos formalmente a fin de legalizar su detención, haciéndose preciso acusarlos de violación de neutralidad hacia un país vecino y amigo, único delito de que puede acusárseles por ahora. Al mismo tiempo y sabiendo por las personas encargadas de la vigilancia política en Ciudad Juárez, que estaban o podían estar implicados en esta conspiración los señores León Cárdenas, Lauro Aguirre, Práxedis G. Guerrero, Enrique Bermúdez y Manuel Aguilar, solicité su detención como cómplices de los primeramente arrestados. De estas últimas personas sólo ha sido aprehendido hasta ahora el periodista Don Lauro Aguirre, bien conocido de esa Secretaría, quien salió inmediatamente en libertad, bajo fianza que le proporcionaron Don Isaac y Don Francisco Alderete, secretario de los Juzgados 340 y 410 de este distrito, el primero, y empleado en el servicio sanitario de esta ciudad el segundo. El Señor León Cárdenas está reconocido como uno de los constantes agitadores que residen en esta ciudad, y entre la correspondencia recogida hay algunas cartas comprometedoras firmadas por él. Práxedis G. Guerrero, parece ser el delegado enviado a esta región para preparar el ataque a Casas Grandes, Chihuahua, y Ciudad Juárez, según indica la correspondencia encontrada, mucha de la cual está en clave; este indivuduo parece que está actualmente en el Territorio de Nuevo México, en la región del Río Mimbres, que está en el Condado de Grant; el señor George Herold de la policía de esta ciudad lo conoce, sabe el lugar en donde está y ofrece arrestarlo y conducirlo a ésta si se le proporcionan los medios para hacerlo. Enrique Bermúdez es un antiguo revoltoso, bien conocido en Cananea, Douglas y esta ciudad; últimamente residía en la casa de Don Lauro Aguirre, y no tiene otra acusación que hacer prosélitos para la llamada revolución y predicar contra nuestro Gobierno por todas partes y en todas ocasiones. Manuel Aguilar es otro antiguo agitador de segunda fila, que residía también en la casa de Aguirre y, según datos que he recogido, es el carruaje de su propiedad en donde hacía el transporte de armas y municiones de y para la casa donde se encontró la parte recogida por la policia, habiendo datos para afirmar que gran parte de las municiones de guerra que habían en dicha casa fueron extraídas la noche anterior y llevadas en dirección al río Bravo, con presunciones de haberlo cruzado y entrado a territorio mexicano esa misma noche.
Tales son las personas y tales son los motivos por los que solicité su arresto, habiendo dirigido a usted el siguiente telegrama:
“Policía americana sorprendió hoy cuatro presuntos revolucionarios mexicanos, recogiendo catorce armas fuego, muchos cartuchos y bastante correspondencia que examinaré más tarde. He pedido arresto por violación de neutralidad de esos individuos y, además, de otros que parecen complicados en el mismo asunto. Ya aviso Gobernación y Embajada.”
Espero y deseo que esa Secretaría tendrá a bien aprobar mi conducta en el presente caso, y me dará por telégrafo las instrucciones necesarias para proseguir el caso ante los Tribunales Federales, donde radica.
Tengo la honra de enviar á usted anexos las páginas de los periódicos locales The Evening News, The El Paso Herald, The Times y El Clarín del Norte son las que más se aproximan a la verdad.
Para terminar debo hacer presente que el Señor Jefe Político y Jefe de la Policía de Ciudad Juárez han tomado mucho interés en este asunto, me han acompañado a ver e interrogar los presos y examinar someramente los papeles recogidos, tomando notas y preparando con ellas el informe correspondiente al Gobierno del Estado, además de telegrafiar directamente al Señor Presidente de la República, informándole de lo ocurrido, según el mismo Señor Jefe Político me dijo.
Respecto al contenido de la correspondencia recogida por la policía, tan luego como me entere detenidamnete de ella tendré la honra de informar a usted sobre el particular.
Renuevo á usted las protestas de mi más alta consideración y respeto.

Antonio V. Lomelí
Firmado

Señor Secretario de Relaciones Exteriores. México.

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