Oficio del Cónsul de México en Los Ángeles, California: Arturo M. Elías al Secretario de Relaciones Exteriores


Nº 254
AHSRE EXP. 16-6-7 FF. 175 a 178
Consulado de México
Los Ángeles, California, 26 de junio de 1911
Nºs 116 520


Oficio del Cónsul de México en Los Ángeles, California: Arturo M. Elías al Secretario de Relaciones Exteriores
México, D. F.


Asunto: Comosionados de Paz viajan a San Diego para arreglar deposición de armas de revolucionarios en Tijuana.


El 20 de los corrientes recibí del señor Secretario de Hacienda el telegrama siguiente:
“Leyva y González” telegrafían de San Diego avisando existen trescientos insurrectos Tijuana bien equipados exigiendo pago servicios, armas y caballos; urge se traslade usted allí o mande un representante de toda confianza efectuar prontamente arreglos necesarios telegrafiándome qué suma considera conveniente pagarles, convendría dejarles caballos y comprarles armas solamente. El Secretario de Hacienda, Ernesto Madero".
A lo que tuve el honor de contestar como sigue:
“En debida atención su telegrama de hoy, salgo esta noche para San Diego acompañado don Aurelio Sandoval para efectuar prontamente arreglos de deposicion armas y entrega plaza Tijuana. De San Diego tendré a usted al tanto de lo que ocurra.”
Dando aviso a esa superioridad de lo anterior, en telegrama que confirmo:
“Secretario Hacienda telegrafíame urge trasladarme San Diego para efectuar prontamente arreglos deposición armas y entrega plaza Tijuana por insurrectos. Atendiendo dicha superior orden esta noche salgo acompañado don Aurelio Sandoval lugar mencionado.”
En la noche del día en que recibí la orden del señor Ministro de Hacienda, partí para San Diego, Cal., a cumplimentar lo ordenado en el sentido de efectuar prontamente arreglos conducentes a la evacuación y entrega de la plaza mencionada, por los filibusteros.
El 21 en la mañana me dirigí a Tijuana en compañía de los señores Aurelio Sandoval, J.M. Leyva y González, estos dos últimos enviados por el señor Gobernador de Chihuahua. A nuestra llegada a Tijuana, infinidad de mexicanos que habían presentado un día antes la entrevista del señor Leyva con el filibustero Mosby y sabían de la intención pacificadora de aquel, comprendieron que yo iba con la misma intención, y “como mexicanos leales y patriotas”, protestaban contra ese acto.
Durante todo el día estuvimos observando cerca de la línea divisoria, pero nos fue imposible hablar con Mosby tan sigilosamente como era necesario, pues incontable número de mexicanos se oponía a los arreglos que constituían mi misión, proclamando que debería esperarse a que se acercaran las tropas mexicanas, que ya estaban próximas, y que se les dejara exterminar a los filibusteros.
Después de muchas dificultades durante la noche para comunicar a Mosby que deseábamos hablarle, lo conseguimos por conducto de un emisario, quien nos entregó una nota del mencionado filibustero, citándonos para otro día a las 6 a.m., en la garita americana número 2, donde le hablaríamos a él solo.
A la hora indicada llegó Mosby, y el resultado de nuestra conferencia fue la siguiente decisión suya: Evacuar la plaza con sus 381 hombres que decía tener, entregándonosla inmediatamente con 381 rifles, dos ametralladoras, dos cañones, más de cien mil cartuchos y buena cantidad de víveres: todo por la exagerada suma de Dls. 38.000, treinta y ocho mil pesos oro; internándose la mayoría de los suyos a los Estados Unidos, con excepción de los desertores que se internarían en California por otro punto más conveniente para ellos que Tijuana.
Precisamente cuando regresaba a San Diego para dar parte de lo ocurrido a esa Superioridad y manifestarle nuestra opinión sobre el particular, se me notificó que en esos momentos el Coronel Vega se hallaba a cinco millas de Tijuana, en Agua Caliente, y que ya habían salido los sediciosos en un tren para encontrarlo y batirse con su fuerza.
Media hora después supe que ya estaban en batalla los federales y los filibusteros, lo cual me hizo dirigir a usted el siguiente mensaje:
“Suplícole informar señor Ministro Hacienda inútil continuar arreglos por estar federales y filibusteros batiéndose. Dígaseme si puedo regresar Los Angeles".
A las dos horas se me comunicó que las fuerzas federales habían derrotado a las contrarias causándoles cincuenta bajas y tomándoles 17 prisioneros, y que el resto, encabezados por Mosby, se habían entregado a los militares americanos de aquende la línea. Inmediatamente dije a usted por telégrafo:
“Triunfo completo por parte fuerzas federales. Filibusteros desalojados Tijuana cruzando línea y entregándose autoridades militares americanas. Suplícole comuníquelo Hacienda. Esta noche regreso Los Ángeles”.
Ruego a esa Superioridad transcriba esta nota al señor Ministro de Hacienda, si lo juzga conveniente, suplicándole me sitúe la cantidad de Dls. 107.50 ciento siete dólares cincuenta centésimos que fueron erogados en la comisión que tuvo a bien encomendarme, en la inteligencia de que en su oportunidad remitiré los comprobantes de tales gastos.
Reitero a usted las seguridades de mi consideración más especial.


Arturo M. Elías


Señor Secretario de Relaciones Exteriores. México, D.F.


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