Carta de Librado Rivera a su esposa Concepción Arredondo


Nº 169
AHSRE L-E-942 FF. 191 a 193
Los Angeles, California, 20 de diciembre de 1908

Carta de Librado Rivera a su esposa Concepción Arredondo

Muy Amada esposa mía:
No sabemos todavía cuándo nos llevarán para Arizona; es probable que estemos aquí todavía para el 20 de enero. Siempre es conveniente que estén informando con Harriman, puede ser que él sepa primero que nosotros el día de la ida. Ahora que ya se casó la Srta. Trowbridge con Manuel se ha puesto la cosa más difícil para nosotros, especialmente para ti. Estamos muy contrariados, nunca nos figurábamos que ese desenlace hubiera tenido la ayuda decidida que empezó a prestar nuestra buena amiga a la causa de la libertad de los oprimidos mexicanos. Creíamos que esa ayuda en la lucha era completamente desinteresada. Sin embargo de todo lo que ha sucedido, esperemos para ver qué actitud toma ella después de su matrimonio.
Con respecto a Manuel ya comprenderás qué orgulloso estará ahora que hizo tan inesperada conquista. Pero a pesar de todos estos reveses nuestra actitud honrada tendrá que ser siempre la misma: firme y resuelta hasta el fin. Nuestra fe inquebrantable por el triunfo no se amedrenta nunca. No necesitamos la cooperación de Manuel ni la de Antonio para nada; al contrario, la continuación de estos dos señores en el seno de la Junta sería de gran perjuicio para la libertad de la clase trabajadora. Ellos, Manuel y Antonio, no quieren a la clase pobre, a la clase obrera, a esa clase a la que las naciones deben todo su progreso; ellos detestan a esa clase por harapienta y miserable. Los miembros de la Junta que quedamos estamos enteramente en desacuerdo con Manuel y Antonio, porque nosotros luchamos por la libertad y felicidad de esa clase desamparada y ellos no. Te decía que el matrimonio de la Señorita Trowbridge, ahora Sra. de Sarabia, va a ocasionar probablemente un trastorno en nuestra defensa y en la ayuda que ella te estaba dando, no sé si lo seguirá haciendo en lo sucesivo, pero por fortuna pronto nos iremos para Arizona y allá las uniones te darán para vivir. No se te olvide decirle a Ulíbarri que haga lo que Pablo le indique y que no obedezca ningunas órdenes de Manuel; Manuel lo mismo que Antonio ya no son miembros de la Junta. Estamos planeando un medio de hacernos de dinero y creemos que nos dará un buen resultado.
Estoy contento porque los ví muy gordos a Uds. el día que vinieron, hasta Toño está gordito. Cuca está que parece un tomatito; pero tú estás más gorda que nunca, eres ya una bolita. Tenía yo grandes deseos de besarlos a todos; algún día lo hare hasta que me canse. Anda inmediatamente a ver a Harriman y decirle que lo necesitamos. No tengo otra cosa que comunicarte más que el grande deseo que tengo de darte muchos besos. Hoy te mando muchos para que se los repartan tú y mis hijos. Cuando le escribas a mi mamá, dile que muy pronto le escribiré y que todos los días me acuerdo de ellas, que nunca la olvidaré. Tu esposo que te ama de corazón y que te amará hasta el último momento.
Procura que no se note la costura, a veces la haces con descuido y se nota mucho; ya sabes la necesidad que hay de cuidar este único recurso que nos queda para comunicarnos, algunas veces las costuras vienen manchadas con tinta de lápiz. Antonio fue a la visita sin que lo llamaran y nos dio la lata. Los socialistas de aquí reunieron una contribución para felicitarnos con dinero y nos mandan cinco pesos a cada uno. Te mando ese dinero para tus gastos, van muchos besos también.
Deseo que en este año tengamos un completo triunfo sobre los tiranos, para bien de la clase pobre y que nosotros mismos ya libres festejemos ese triunfo el año entrante amándonos mucho al lado de nuestros hijos.


Librado Rivera
Firmado

No hay comentarios.:

Publicar un comentario