Nº 173
AHSRE L-E-942 FF. 280 a 290
Consulado de México.
Saint Louis, Mo., 17 de febrero de 1909
Nº 29
RESERVADA
Oficio del Cónsul de México en St.
Louis, Mo: Miguel E. Diebold al Secretario de Relaciones Exteriores
México, D. F.
Asunto: Informa de sus actividades
orientadas a aprehender a los dirigentes de la Junta Organizadora del
Partido Liberal Mexicano.
En octubre del año de
1906, al honrarme con el nombramiento de Cónsul de la República en
Saint Louis, Mo., se dignó usted, a la vez, conferirme una comisión
de carácter reservado con instrucciones de perseguir y dispersar
cierta llamada “Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano”,
entonces establecida en la ciudad de Saint Louis, y compuesta de los
siguientes miembros: Ricardo Flores Magón, Presidente; Juan Sarabia,
Vice Presidente; Antonio I. Villarreal, Secretario; Enrique Flores
Magón, Tesorero; Profesor Librado Rivera, Primer Vocal, y Manuel
Sarabia, Segundo Vocal.
La propaganda de las
pretenciones políticas de dicha “Junta” se hacía por medio de
Regeneración, un diario, que en el idioma español se
publicaba en esta ciudad, y en cuya publicación los citados
periodistas maliciosamente atacaban a México y a sus Gobernantes.
Habiendo terminado las
labores especiales que desde hace cerca de dos años me fueron
confiadas; cesado y desaparecido en el territorio de la jurisdicción
de este Consulado las causas que las motivaron, me honro, Señor
Ministro, con el mayor respeto rendir a usted el siguiente y breve
informe de las gestiones, incidentes y resultados, de mayor
importancia, que ocurrieron y se obtuvieron durante el desempeño de
ellas; breve por la circunstancia de que ya dí cuenta detallada de
los trabajos de este Consulado en las varias notas reservadas que,
con la respectiva oportunidad, dirigí a esa Secretaría de su digno
cargo, sobre el asunto de que ahora me ocupo.
El 7 de noviembre de 1906
recibí de nuestra Embajada en Washington, D.C., los documentos
respectivos para la extradición de Ricardo Flores Magón, Enrique
Flores Magón, Antonio I. Villarreal, Juan Sarabia y Librado Rivera.
La Embajada también me expidió un poder especial, confiriéndome en
dicha escritura amplias facultades para actuar como Agente de México
ante las autoridades correspondientes, de cuya escritura remito anexa
copia.
El 31 de octubre logré
aprehender a Librado Rivera y después de haberlo detenido por cinco
semanas, el Comisionado Federal, Señor James R. Gray, falló negando
la extradición por ser un delito político y ordenó se pusiera en
libertad a Librado Rivera, quien en el acto salió de Saint Louis;
los otros miembros de la llamada Junta también habían huído, a
consecuencia de la enérgica campaña de persecución que, desde mi
arribo a esta ciudad, emprendí en contra de ellos. No quiero dejar
desapercibidos los muy eficaces servicios que, desde un principio me
prodigaron, de una manera completamente desinteresada, el Coronel
Edmond P. Creecy, Jefe de la Policía Municipal de St. Louis, el
Señor William Desmond, en aquel tiempo Jefe del Servicio de Policía
reservada, el Señor Richard M. Jogee, detective del mismo servicio,
Hon. James R. Dunn, Inspector de Inmigración, y William R. Morsey,
“United States Marshal”, y a la buena disposición y empeño de
los mencionados caballeros, más que a cualquier otro factor a mi
alcance, debo el buen éxito que tuve en la pronta supresión del
periódico Regeneración, órgano de combate de la mencionada
Junta.
Los Magón y socios al
huir de esta ciudad dejaron aquí a sus respectivas familias,
compuestas de las Señoritas Teresa y Andrea Villarreal, Señora
Trinidad Saucedo y Señora Concepción Rivera y sus tres hijos. La
Señorita Andrea Villarreal y un ex cajista de Regeneración,
Aarón López Manzano, quedaron encargados de la correspondencia de
la Junta y, por conducto de ellos, Ricardo Flores Magón se
comunicaba con los demás revoltosos. De esta circunstancia me
aproveché pues me preocupaba la posibilidad de conocer y seguir los
movimientos de los revoltosos, y entonces fue cuando obtuve de
algunos Oficiales del Departamento de Correos de este país ciertos
privilegios, que me permitieron enviar a esa Secretaría, desde
diciembre de 1906 hasta la fecha, transcripciones y copias
fotográficas de más de tres mil cartas de la correspondencia
cambiada entre mexicanos revoltosos, residentes en varias partes de
los Estados Unidos.
Una gran cantidad de esta
correspondencia venía en clave. Algunas cartas con partes cifradas,
y otras en su totalidad. Toda esta clase de correspondencia fue
descifrada en este Consulado y cinco tablas alfabéticas de clave
fueron remitidas con oportunidad a esa Secretaría.
El mencionado privilegio
me dio en el acto una ventaja incalculable permitiéndome seguir no
solamente los movimientos de los cabecillas de la Junta de Saint
Louis, si no que también me reveló la propaganda sediciosa que se
hacía en Texas, así como en México del llamado Partido Liberal
Mexicano.
En noviembre de 1906 por
orden de esa Secretaría este Consulado empleó los servicios de la
“Furlong's Secret Service Co.”, de esta ciudad, cuyo Presidente
es el Señor Thomas Furlong, quien demostró el mayor empeño
eficacia y honradez, durante los dos años que prestó sus servicios
en el asunto de referencia.
Brevemente resumiento los
trabajos de la agencia Furlong, bajo la dirección del infraescrito,
diré:
En noviembre de 1906
llegué a descubrir el paradero de Enrique Flores Magón, quien
entonces se encontraba en la ciudad de Montreal, Canadá, cuya
dirección participé a esa Secretaría en nota fechada el 14 del
mismo mes, así como también en telegrama, del día siguiente, a la
Embajada en Washington. Ordené al Señor Thomas Furlong se
dirigiera en el acto rumbo a Montreal y asegurase la aprehensión del
citado Flores Magón, pero antes de que pudiera llegar a la referida
ciudad, Enrique Flores Magón había desaparecido. En los mismos
días intercepté en Saint Louis una carta escrita por Magón y
dirigida a la señora Trinidad Saucedo en la cual informó que
acababa de recibir aviso de que su paradero había sido descubierto y
que en la misma noche salía de Montreal, sin decir para donde iba.
Desde entonces y hasta
diciembre de 1907, cuando otra vez volvió a aparecer en Los Ángeles,
Cal., nada se había sabido de él.
Los detectives regresaron
a Saint Louis, de un viaje no totalmente infructuoso por las
circunstancias de que pudieron apoderarse de ciertos papeles que
habían pertenecido a Enrique Flores Magón y que después fueron de
mucha utilidad.
El 16 de diciembre el
señor Thomas Furlong, así como el infraescrito, fueron llamados a
esa capital para conferenciar sobre el asunto de los revoltosos.
Regresé a Saint Louis el
30 de diciembre, y poco después descubrí que Ricardo Flores Magón
estaba escondido en Los Ángeles, Cal., a cuyo punto despaché al
Señor Furlong con unos de sus detectives. Salieron el 8 de enero de
1907 y después de un corto tiempo en Los Ángeles, Cal., los agentes
encontraron la casa en donde estuvo viviendo Flores Magón, y la cual
había dejado para salir a San Francisco, Cal., a cuya ciudad los
agentes los siguieron y lograron, una vez más, encontrar su
paradero. Establecieron vigilancia con el objeto de aprehenderlo y
cuando se iba a efectuar, el Señor Furlong recibió un telegrama del
Señor Embajador de México ordenando que se suspendiera la
aprehensión y que regresara a Saint Louis; cumplió con dichas
instrucciones y salió de San Francisco, rumbo a esta ciudad, el 12
de marzo de 1907.
Durante todo este tiempo
los Magón y socios, aunque escondidos, y llendo de un lugar a otro,
seguían haciendo una campaña muy activa y enérgica, organizando
varios Clubs en diferentes ciudades, principalmente en los Estados de
California, Texas y Arizona; nombrando representantes y delegados de
la Junta, con objeto de hacer propaganda del programa del Partido;
contar con el mayor número posible de afiliados y colectar fondos.
Uno de los delegados más activos y agresivo, era el referido Aarón
López Manzano y a quien Ricardo Flores Magón había nombrado,
recientemente, Delegado General.
Aarón López Manzano se
radicó en San Antonio, Texas, después de haber huído de Saint
Louis. De San Antonio hacía una propaganda muy activa en la parte
Sur de Texas y su actividad llegó a tal grado que se hizo necesario
poner fin a las labores sediciosos de este individuo.
Con ese objeto establecí
una vigilancia muy extricta sobre sus movimientos, y el 29 de abril
logré hacerlo aprehender por el Señor Thomas Furlong en la ciudad
de Monterrey, Nuevo León, quien lo entregó al Señor Zaragoza, Jefe
Político de dicha plaza, de donde fue mandado a la Cárcel General
de esa capital, juntamente con otros de sus correligionarios.
Después de este arresto el Señor Furlong regresó a Saint Louis.
En junio de 1907 los
Magón y socios, que siempre continuaban su activa propaganda y con
aparente buen éxito en los Estados de California, Arizona y Texas,
etablecieron su cuártel General en Los Ángeles, Cal., y empezaron
la publicación de un periódico de combate intitulado Revolución.
En esa época recibió el Señor Furlong orden de nuestro Embajador
en Washington para que se dirigiera a Los Ángeles, con el objeto de
aprehender al revoltoso Ricardo Flores Magón. Poco tiempo después
de su llegada a Los Ángeles, el Señor Furlong me informó que no
solamente había descubierto el paradero de Ricardo Flores Magón
sino que Antonio I. Villarreal y Librado Rivera, se encontraban con
él. El Señor Furlong me sugirió la conveniencia de que, si me era
posible lo ayudara personalmente en perfeccionar el plan para el
arresto, de un golpe, de los antes mencionados revoltosos. Esto, por
la circunstancia de que el infrascrito tenía relaciones con ciertos
funcionarios de California, de cuyas amistades se necesitaba valerse
para llevar a cabo el objeto deseado; pero era muy preciso observar
la mayor discreción para evitar cualquier publicidad y un
consecuente fracaso.
En vista de los informes
que entonces recibí del Agente Furlong, considerando la posibilidad
de terminar de una vez con el asunto, que tenía preocupado al
Gobierno y basándome en las facultades contenidas en el poder
especial que nuestra Embajada tuvo a bien expedirme a la cual me
refiero al principio de este informe, no vacilé en extender al
Agente Furlong la ayuda que solicitaba y, so pretexto de una licencia
de un mes que esa Secretaría me concedió, pasé a California y
arreglé el arresto de los revoltosos Ricardo Flores Magón, Antonio
I. Villarreal y Librado Rivera, el cual se verificó el 23 de Agosto
de 1907. Los gastos del viaje y otros incidentales que se gastaron
de mi permanencia en California fueron cubiertos de mi propio
peculio. El suscrito creyendo a bien no dar, antes de esto, cuenta
del anterior hecho a esa secretaría, por haber obrado sin previo
permiso de la misma, abrigando la firme confianza de que el resultado
justificaría su proceder.
El Agente Furlong
permaneció en Los Ángeles hasta el 9 de ebrero de 1908 con el
objeto de preparar y presentar la evidencia necesaria ante la Corte
de los Estados Unidos en la persecución de los revoltosos
arrestados.
El tribunal de los
Estados Unidos con fecha 9 de febrero de 1908 falló en contra de los
acusados, decretando la extradición de Ricardo Flores Magón,
Antonio I. Villarreal y Librado Rivera al territorio de Arizona en
donde deben de ser juzgados por violación a las leyes de neutralidad
de este país, de cuyo decreto apelaron a la Suprema Corte de
Washington, D.C., en donde aún está pendiente.
Después de la
aprehensión de Ricardo Flores Magón, la llamada Junta por algún
tiempo se encontró sin jefe, pero entre tanto Antonio de P. Araujo,
nombrado Delegado General, trabajaba activa y enégicamente en
reclutar gente y organizar guerrillas en Texas, así como hasta en
México, con el objeto de hacer un levantamiento, el cual finalmente
se verificó en el asalto en Las Vacas el 26 de junio de 1908. Su
aprehensión se llevó a cabo en Waco, Texas, el 14 de septiembre de
1908, por el agente Furlong, quien lo entregó á la autoridad local,
fue sentenciado últimamente a dos años y medio de prisión y está
actualmente cumpliendo su pena en la prisión Federal de Leavenworth,
Estado de Kansas.
Durante los dos años que
la agencia Furlong Secret Service Co. prestó sus servicios sus
agentes tuvieron que viajar más de 180.480 kilómetros, recorriendo
varios Estados, el máximun de Agentes que se emplearon en cualquier
tiempo, no excedieron de seis. Estos agentes operaban en una zona de
territorio, bastante extensa, comprendiendo los Estados de
California, Arizona, Oklahoma y Texas. El término medio de los
gastos mensuales que ocasionó este servicio fué de 2.400 pesos.
A mi llegada a Saint
Louis, Mo., tuve que luchar con ciertas condiciones locales muy
hostiles a México. Los Magón y socios pretendían ser perseguidos
políticos por parte de los Gobernantes de México y gozaban, en esta
ciudad, de mucha simpatía y ayuda moral. El antagonismo hacia
México era muy notable en la prensa de esta ciudad, particularmente
en el Post Dispatch, en cuyo periódico, muy a menudo,
aparecían artículos de fondo muy sensacionales y hasta caricaturas
ridiculizando a nuestro Presidente. De todo lo cual en esa época
llamé la atención a esa Secretaría en varias notas que dirigí
sobre el particular.
Había que remediar este
estado de cosas y con ese fin emprendí una campaña de conciliación
y en poco tiempo logré convencer a los editores de los principales
diarios de esta ciudad que las pretenciones de los Magón y socios
eran falsas, y entonces cesaron por completo y no han vuelto a
aparecer los frecuentes ataques a México en la prensa de esta
ciudad.
Para cubrir los gastos
que pudieran resultar en el desempeño de esta Comisión, este
Consulado recibió con fecha 2 de noviembre de 1906 la cantidad de
Dls 500.00, quinientos dólares, cuyos gastos se comprobaron con
debida oportunidad a esa Secretaría.
Durante el tiempo que
duró esta Comisión, es decir de octubre de 1906 a enero de 1909,
esté Consulado dirigió a la Secretaría de Relaciones Exteriores
137 notas ordinarias y 111 notas reservadas, que hacen un total de
248; a nuestra Embajada en Washington fueron remitidas 170, así como
una voluminosa correspondencia y numerosos telegramas incidentales y
referentes al asunto.
En conclusión diré que
en todos los trámites y gestiones emprendidas en este asunto, el
suscrito siempre observó la más extricta discreción, tratando de
evitar, hasta donde ha sido posible, de aparecer en su carácter
oficial; por tanto espero Señor Ministro, que el anterior informe
respetuosamente sometido, recibirá la consideración de usted y que
mi conducta en este asunto merecerá su benévola aprobación.
Renuevo a usted las
seguridades de mi muy atenta y respetuosa consideración.
Miguel E. Diebold
Firmado
Señor Secretario de Relaciones
Exteriores. México, D.F.
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