Oficio del Cónsul de México en Galveston, Texas: César Canseco al Cónsul General en San Antonio, Texas


Nº 271
AHSRE L-E-829 (5) FF. 16 a 23
Consulado de México
Galveston, Texas, 27 de febrero de 1912
RESERVADA

Oficio del Cónsul de México en Galveston, Texas: César Canseco al Cónsul General en San Antonio, Texas
San Antonio, Texas

Asunto: Contratación del detective F. J. Pennock para evitar embarque de armas a México.

Ayer, pocos momentos antes de que tuviera la honra de hablar con usted por teléfono, se presentó en este consulado el señor F.J. Pennock, con el fin de que le diera alguna resolución con referencia a la plaza de “detective”, o por lo menos le diera alguna seguridad de que sería empleado por esta oficina, debido a que se le presentaba otro trabajo que quería aprovechar en caso de que usted no resolviera favorablemente; pues debo advertir que desde un principio dije a este señor que al aceptar sus servicios habría de ser previo el consentimiento de usted.
Como hasta la hora en que el señor Pennock me pidió esa resolución o aseguranza, no había tenido la honra de recibir la contestación que usted se dignará dar a mi mensaje cifrado del día 24 del actual, confirmando en mi nota número 696 de esa misma fecha, cuya contestación comprendo que no he recibido por las muchas y muy delicadas atenciones de ese Consulado General que está al muy digno cargo de usted, y queriendo no desaprovechar la oportunidad que se me presentaba de utilizar los servicios de esta persona que por las recomendaciones que presenta, me inspira bastante confianza, creí acertado ponerme al habla con usted, como lo hice, para decidir si convendría ocuparle.
Siguiendo las instrucciones que usted tuvo la bondad de darme y contando al mismo tiempo con la autorización de la Secretaría de Relaciones, a que me referí en mi nota a usted antes citada, hice trato con el señor Pennock, para utilizar sus servicios por un mes, contado desde esta fecha, con gastos de asistencia cuando esté en Houston, así como de viaje; pero con la condición de que para estos deberá ejercer mucha discreción o incurrir en ellos solo cuando haya la certeza de obtener éxito, consultándonos en cada caso.
Siguiendo siempre las instrucciones de usted, dije al señor Pennock que si durante el mes, sus servicios conducian a algún resultado en favor de nuestro Gobierno, y demostraba la perspicacia que este trabajo requiere, seguiría recibiendo el sueldo de Dls. 150.00 que fue por el cual quedó contratado.
Aceptando la proposición, por ser ya demasiado tarde lo cité para hoy a fin de darle instrucciones, las cuales consistieron en hacer una violenta investigación sobre la supuesta transaccón de 800 libras de pólvora vendidas por la casa Schaper y González de esta ciudad. Le encargué también que preparara una especial vigilancia sobre las barcas pescadoras de la “Gulf Fisheries Co” de este puerto a fin de poder interceptar cualquier cargamento de armas que intente remitirse a nuestro país, y que tan pronto como dejara eso preparado partiera para Houston con el fin de ejercer la más extricta vigilancia en esa ciudad sobre los movimientos revolucionarios que pudieran estar ocurriendo allá. Le encargué que ejerciera especial vigilancia sobre I. R. Bridges y Celestino C. Campos, el primero por la conducta que observó al rendir informes a este consulado referentes al movimiento reyista, y al segundo que por haber sido agente de este partido me hace suponer que ambos en su afán de lucrar hayan ofrecido sus servicios a los vazquistas. Le di también los nombres de José Ángel Hernández, Leandro Salinas, Juan Gutiérrez, Pablo Medrano, José Moreno, Irineo García, Regino Mauricio, Juan Morales, Carlos Salinas, Jesús Hurtado y Anastasio Carrillo, que son los miembros de la comisión organizadora del grupo revolucionario “Solidaridad Obrera”, que se conoce también en esa ciudad bajo el nombre de “Partido Revolucionario Económico Social, o Magonistas”, y que son, según informes que he podido adquirir, los que desde el 24 de octubre del año próximo pasado han venido haciendo la propaganda más descarada de este movimiento.
Le di tambien el nombre de un individuo que se llama C. H. F. Kunold, de quien recibí hoy mismo una carta fechada en Houston, en que ofrece sus servicios para luchar en favor del Gobierno constituido, manifestando que en el término de 24 horas puede reclutar 50 hombre competentes; habiendo citado este nombre al Detective, debido a que comprendo que siendo este un soldado de fortuna ofrecerá sus servicios al partido que los pague mejor, y como de seguro nuestro Gobierno no los aceptará, se unirá á los vazquistas. Encargué también al Detective Pennock que estuviera muy pendiente de todos los mexicanos desconocidos en Houston y que vigilara mucho sus movimientos, así como también los cargamentos destinados a puntos mexicanos o de la frontera, que le inspiraran desconfianza.
El señor Pennock después de tomar nota de todo lo anterior, fue a cumplir con los pequeños asuntos que requieren investigación en este puerto y empezar a preparar la vigilancia sobre las barcas pescadoras. Ya tarde regresó a la oficina manifestándome que la última existencia de consideración que había en Galveston de pólvora, había sido despachada durante el mes de octubre último pasado, rumbo a Nueva Orleans, razón por la cual se desvanece la noticia que di referente a la remisión de las 800 libras en febrero, quedando solo en pie la posibilidad de que únicamente se haya colocado el pedido aquí para ser servido en otra parte, lo cual sigue siendo asunto de investigación.
Como antes de despachar al Detective a Houston deseo que deje bien planteado el servicio de vigilancia que debe ejercerse en los muelles de la “Gulf Fisheries Co”, le ordené que se ocupara de eso y regrese mañana para informarme de sus preparativos, a fin de darle las últimas instrucciones para que se translade a Houston, que deberá ser mañana mismo.
Para terminar me permito manifestar a usted que como el Detective me dijo, cuando habló conmigo ayer, que había sabido que una de las barcas pescadoras que ya hasta regresó y está preparándose a volver a los bancos de Campeche, había tomado en ese viaje 24 cajas sin marcas y las había conducido rumbo a México según tuve la honra de informar a usted por teléfono ayer mismo, ocurrí al Administrador de la Aduana de este puerto para suplicarle nuevamente que renovara sus órdenes para que sus celadores sigan ejerciendo la más extricta vigilancia sobre esas barcas.
Al manifestar a usted que ya doy cuenta a nuestra Secretaría de Relaciones con referencia al contenido de esta nota, le reitero las seguridades de mi muy atenta consideración.


El cónsul
César Canseco
Firmado


Señor Cónsul General de México. San Antonio, Texas.
ES COPIA.

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